Que enseña la medicina moderna
La medicina moderna es un producto de una imaginación enfermiza acerca de las enfermedades en los pacientes. Desde un principio el médico logra que el paciente deje de tener la voluntad de entender y, a continuación, deje de tener la voluntad de recuperarse.
La visita al médico por sí misma se convierte en un proceso inflamatorio. Sin embargo, esto parece ser excitante para muchos y la experiencia de la enfermedad se convierte en una de las enfermedades más generalizadas que introdujo la medicina moderna. Hasta hace poco las infecciones, los procesos inflamatorios, las reacciones alérgicas, eran un factor llegado de otro lado, pero ahora se considera como un factor que se produce.
Estando acostumbrados a productos mutados y extrañas formas de vida para los seres humanos, lanzamos procesos inflamatorios sobre el nivel de nuestros órganos de los sentidos. Los hemos envenenado y les obligamos a existir en un ritmo inadecuado. Solo con respecto al corazón ya tenemos arteriosclerosis, hipertensión, enfermedades coronarias y así sucesivamente, y estas enfermedades son las causas principales de muerte de las personas modernas.
El hombre ha creado un complejo de acciones basadas en la autodestrucción, y cualquier intento de buscar una solución externa no resuelve nada. Y el principal problema aquí es que el ser humano mismo es quien inventa las diversas enfermedades y las nutre, por lo que el organismo enfermo requiere alimentos enfermizos. La enfermedad está activa y requiere energía para devorar al organismo.
Así que si la gente no puede entender como comer correctamente, entonces aprende a comer incorrectamente. Y dado que el proceso de consumo de alimentos nocivos es acumulativo, es muy difícil identificar una meta para manifestar y resolver rápidamente el problema de la desnutrición. De a poco, aprendiendo a destruir sus organismos, las personas comienzan a ser contenidas dentro de las sensaciones de mortalidad y más adelante este proceso se hace irreversible.
Por lo tanto, el ser humano moderno en realidad no vive las sensaciones de la vida, sino que tiene el sentimiento de la muerte. Y aún peor: toda la educación hoy en día está construida para llevar al ser humano a la muerte. Aquí no ayuda ninguna idea o reclamos llamativos porque este proceso ya es tan sistemático que ha perdido el punto de reflexividad.
09 noviembre 2010
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