Parámetros cristalinos: proporción Macro-Cósmica
La Proporción Macro-Cósmica es el parámetro básico en el Yoga de la alimentación, que forma la esfera espacial, que representa el cristal. Esta proporción posee sus características geométricas y frecuenciales, expresadas en el sistema del cuerpo humano.
En el Yoga de la alimentación consideramos los cristales que expresan el esquema de conexiones y grupos de moléculas (átomos) con la red cristalina que representan la geometría espacial. La geometría espacial es lo que se describe por la Proporción Macro-Cósmica. Es una fuerza que puede conservarse independientemente en el espacio.
Para el ser humano en la actualidad esta fuerza no está expresada, pero en los tiempos antiguos estaba bien expresada, cuando la gente la designó en la forma de fuerzas espaciales, conocidas hoy en día, como deidades. En estas fuerzas espaciales incluso están incluidos los planetas visibles e invisibles.
El sector espacial
El sector espacial es un área representante de ciertas características Macro-Cósmicas. Esta es una energía con la que el ser humano puede interactuar a través del cristal. En el espacio que determina nuestra vida tridimensional, existen nueve sectores. Nueve son los sectores expresados también en el ser humano. Todo lo que es superior, se considera substancial o sobre-espacial.
Vamos a considerar el cuarto sector separadamente. Este es el sector inicial en el que la energía del ser humano deja de depender de la energía de la Tierra. Nos permite conservar la energía, es decir, no se destruye y no muere. Precisamente el sector espacial determina por qué los distintos cristales pueden corresponder con un grupo de la alimentación. Aquí se forman varios parámetros, desde la frecuencia, hasta la simetría, teniendo en cuenta de que el cuerpo mismo está bajo la influencia de una frecuencia relacionada con la Tierra.
De hecho, de la cualidad de la persona depende el cambio de los parámetros cristalinos y la sintonía. Y hasta qué grado el cristal ejercerá influencia en todos los sistemas del cuerpo en los distintos mundos, es importante, sobre todo, comprender la forma de la alimentación para que luego la perfeccionemos con la ayuda del cristal.
La comprensión del cuarto sector es muy importante, puesto que determina la capacidad de proyectar el cristal, el sistema de coordenadas espaciales. Es la comprensión de la energía de rango superior en el que el cuerpo, después de ser enseñado a interactuar con la energía del cristal, empieza a entender su volumen y la “geometría” espacial. Es como si cubriéramos una superficie con triángulos equiláteros, polígonos y cuadrados, creando un determinado volumen para la energía del cristal. Precisamente de esta manera está lleno el espacio que el ser humano en la actualidad es incapaz de ver. Eso significa que el espacio a nuestro alrededor no está vacío.
Simetría
La simetría del cristal es la esencia de la proporción geométrica. Ella, de hecho, determina la fuerza del cristal y su capacidad de entrar en interacción con el espacio. El cristal ideal es la sal de roca, la halita (o de lo que se hace la sal común).
Este cristal entra en la máxima interacción con el ser humano. Aquí tenemos la prueba directa de la absorción del cristal y al mismo tiempo observamos su efecto destructivo, dado que desde el punto de vista del Yoga de la alimentación este cristal, alcanzando su máximo y estando en la fase de descomposición, se caracteriza por la dureza baja (2 – 2.5).
Densidad
La densidad del cristal es un importante parámetro de onda. La densidad introduce unas condiciones adicionales en el sistema cristalino. Mejor dicho, un cristal se determina por su sistema cristalino y la densidad. El indicador de la densidad caracteriza la relación entre la masa del cristal y su volumen.
Sistema cristalino
El sistema cristalino es la geometría interna del cristal, que, de hecho, determina la fuerza y la dirección del desarrollo de los enlaces energéticos. En realidad, el cristal o deja de acumular energía (los cristales monoclínicos), o permanece en un estado de transición de un nivel a otro (piedras axiales, sistema cristalino tetragonal, trigonal), o sigue acumulando energía (sistema cristalino cúbico).
Ángulo de torsión de la energía
El ángulo de torsión de la energía es un indicador peculiar, que predetermina las condiciones del uso del cristal en Yoga de la alimentación. Este indicador proviene, en primer lugar, de la presencia de simetría que representa el cristal. El ángulo de torsión está determinado por la red cristalina. En el espacio tridimensional éste es finito, que es muy importante para nosotros, dado que la energía, llegando a un determinado nivel, o retorna, o pasa a otra calidad.
Frecuencia
Cada cristal posee la energía de tensión que está determinada por la periodicidad de la distribución de los átomos en el espacio tridimensional. De hecho, este indicador depende del ritmo indicado por el espacio. Su realización se cumple a dependencia de las densidades sumadas, el vector y la simetría. Es importante en qué punto espacial se realiza la atadura o la resonancia de la energía.
Nosotros tenemos 32 formas de rotación que provienen de las condiciones de la simetría y estas formas resuenan o vertical u horizontalmente. Y dependiendo del cristal, podemos tener una resonancia o de alta frecuencia o de baja frecuencia. Es verdad que la resonancia de baja frecuencia puede ser relacionada con los cristales que no tienen una correcta geometría (por ejemplo con el shilajit) o con los cristales que poseen un geometría temporal (la miel).
Sistemas del cuerpo
Desde el punto de vista del Yoga de la alimentación, dividimos siete sistemas del cuerpo que tienen una estructura cristalina. O, mejor dicho, pueden tener.
- El sistema endocrino, que se considera a través del centro de su formación (la glándula posicionada en el abdomen de los hombres y en el útero de las mujeres). Puesto que este sistema es imperfecto y debe ser formado, se llama “truncado”.
- El sistema sanguíneo, que depende de la energía espacial (externa). Le corresponde el “Cuerpo del volumen”.
- El sistema óseo, o el Cuerpo de la tensión.
- El sistema muscular, o el Cuerpo de rotación. No se desarrolla en estática. Es un sistema de inercia.
- El sistema de la piel, o el Cuerpo del estiramiento.
- El sistema de los tendones, o el Cuerpo del recogimiento.
- El cerebro del ser humano, también se considera como un sistema, formando el Cuerpo de resonancia.
Forma de alimentación
La forma de la alimentación, son sistemas del cuerpo que se apoyan en varios esquemas geométricos. Estos esquemas son catorce. Cuánto más simétrico es el sistema cristalino, tanto más fuerte es el esquema geométrico. Y al revés, cuánto más débil es el sistema cristalino, tanto más simple es el esquema. Sin embargo, bajo la debilidad de PLTCM, debemos comprender el esfuerzo inverso, es decir un esfuerzo dirigido a la compresión.
Precisamente los parámetros de expansión y compresión determinan las formas de alimentación, es decir, cada red es un cuerpo.
- Cuerpo truncado: el esquema geométrico de la compresión.
- Cuerpo del volumen: red geométrica de la expansión.
- Cuerpo de la tensión: red geométrica de la expansión.
- Cuerpo de la rotación: red geométrica de la expansión.
- Cuerpo del estiramiento: red geométrica de la expansión.
- Cuerpo de recogimiento: red geométrica de la compresión.
- El cuerpo de resonancia: red geométrica de la expansión y de la compresión.
Todos estos cuerpos están determinados por el esfuerzo espacial, es decir cada uno de ellos es independiente y todos ellos entran en interacción entre sí. La independencia está determinada por la presencia de, por lo menos, una línea de la simetría. Esto significa que la forma que tiene por lo menos una línea de la simetría puede existir independientemente en el espacio.
Preguntas y respuestas
La alimentación con algo debe ser determinada por la capacidad de absorber el producto. En principio, nuestro organismo por sí mismo “automáticamente” disocia, disuelve y transforma los productos simples de la comida. En la toma del cristal, surge el problema de ¿“qué” y “cómo” “comerlo”? Es decir, el problema consiste en la toma consciente del cristal. Porque, de lo contrario, resulta que consumiríamos lo insignificantico y lo más rústico de sus componentes. ¿Qué cosa provechosa puede distinguir el organismo por sí mismo y qué implica en una persona la presencia de unas propiedades de orden superior, cultivadas por el desarrollo? En realidad, abrir, comprender y usar la matriz del cristal, su código en el que están los conocimientos importantes para nuestro desarrollo, puede realizar únicamente una estructura espiritual ya desarrollada en el hombre, que, de hecho, es la comida de esta estructura. Entonces, ¿es obligatoria la presencia real de esta estructura? Entonces, la alimentación con cristales implica ya unas condiciones determinadas. Por supuesto, la absorción de 2 – 3% de la fuerza del cristal será ya provechosa, pero ya es otro tema. Resulta que la alimentación afectiva con cristales debería ser oportuna (como, por así decirlo, una tercera etapa) y tal vez si ya hemos dejado prácticamente de tomar todo tipo de comida mortal. ¿O, no es así?
Por supuesto, la eficiencia de la absorción depende de los parámetros de la persona. Pero dentro de nosotros existen sistemas de auto-organización que a pesar de que no los desarrollamos, debemos mantener, por ejemplo las mismas glándulas. Es decir, de hecho, en una etapa inicial la alimentación con cristales nos permite balancear muchos procesos en nuestro cuerpo y nos ayuda a sintonizarnos a una comida más sutil. Por supuesto, la condición y el consumo son dos acciones diferentes, pero de todos modos, si se mantiene el algoritmo correcto de la toma, entonces obtenemos provecho. Además, tenemos que entrenar nuestro cerebro y saliva a la reacción, la percepción del cristal. Pero, lo más importante es: el cristal es una geometría y nosotros aprendemos a comer la geometría (esto ya es para los avanzados).
14 noviembre 2011
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