Café – el vino negro

En frutero de cristal rosaron
frutas y galletas ricas,
a los huéspedes café sirvieron
en tazas de decoración finas chinas
Byron

Una tacita de café negro fuerte muy caliente, tres cucharadas de crema batida, un shot de wiski irlandés… En esta receta no hay nada del otro mundo. Hoy en día el café se cultiva en más de cincuenta países del mundo y muchos pueblos tienen tradición de consumo de esta bebida. Y a pesar de que el café se considera como una de las bebidas más usadas, su valor y capacidades verdaderos quedan escondidos para la mayoría de sus consumidores. Se sabe que el café posee determinada fuerza, energía, a la que los árabes llaman “kaue”.

El café es una bebida de la Luna. ¡No le gusta el Sol, le gusta la Luna! Esta bebida está relacionada de manera bastante peculiar con la tradición celta, con la actitud celta hacia la vida. En realidad, para esta gente extraordinaria, la pregunta “por qué” y “cómo” siempre ha tenido mayor importancia que “dónde” y “cuándo”. Precisamente la iniciación relacionada con la Luna llegó a ser el ritual básico para los druidas. El rito de preparación de la bebida específica dotada de la fuerza de la luna, se llama “Obtención del poder de Cú Chulainn”, el héroe de las leyendas celtas. En los diferentes partes del mundo, este líquido se conoce como soma, genada, haoama, ambrosia. Y todas estas bebidas están relacionadas con la adivinación (¡recordemos el poso de café!). Entre ellas está también el “Clairet” relacionado con los principios místicos de la elaboración de vino.

Estos principios están relacionados con el Vaso generador de lo todo, que dota a la persona de estado específico, de calidad específica. Y cualquier bebida que da calidad, de hecho está relacionada con el Vaso, un símbolo único en la cultura mundial. Los conocimientos acerca de él fueron un elemento importante para los celtas. Esto significa que cualquier bebida es buena si puede ser conocida. Cada bebida íntegra tiene sus principios y leyes y el café es una de estas bebidas.

Y su tomamos en consideración el hecho de que la historia se escribe para personas o el tiempo, nunca tendremos la oportunidad de entender de dónde provino el café. Incluso si tomamos en cuenta la versión copta, relacionada con la provincia del sur de Etiopía, Kaffa. Sea lo que sea, pero al principio nadie preparaba el café en cafeteras: el café fue o alimentación o bebida. En la antigüedad cuando divinizaron la comida, el café representaba el lugar donde crecía. Por lo tanto, fue una bebida del Tótem. El carácter totémico se determinaba por el significado energético del lugar, lo que significa que el café no es algo que se debe tomar, sino que absorber, algo que debe ser gustado.

El gustar es un proceso sagrado con el que está relacionada la aparición de los símbolos primarios para el ser humano. Es la proporción que une el inicio físico, energético e intelectual, en la gente. El símbolo de la proporción puede ser tanto una forma, como también contenido. En este caso el café nos muestra el contenido. Pero el contenido no puede ser conocido sin la forma.


El Caldero Alquímico

La forma primaria a la que la gente prestó atención, fue aquello que generó la vida y contiene en sí energía: la vid, la espiga, el café, el té, el maíz, etc. Estos son símbolos de la comida asociada con la madre-diosa y las fuerzas de la fertilidad. Precisamente por ellos se elaboraban en la antigüedad y siguen elaborándose hasta hoy en día, jarros, recipientes, vasos y copas, unidos bajo el concepto común de Cuerno de la abundancia, el Caldero generador de lo todo. Si tomamos de base la creencia de amhara, tigray, etnias que, probablemente dieron esta bebida a la gente, entonces debemos ver en ella la fusión de la fuerza de la naturaleza con el ser humano.

La doctrina mono-física cristiana que estos pueblos siguen, no admite la dualidad no sólo en el modo de pensar, sino que tampoco en el modo de actuar. Por lo tanto, cualquier producto hecho de café que cocían o exprimían como el vino, no fue un producto hecho a través de capacidades tecnológicas. Algo más, fue tomado y usado por estas etnias con determinada idea.

Por lo tanto, en todas las culturas antiguas que formaron su enseñanza cosmogónica, preparaban y conservaban en calderos y recipientes, líquidos y alimentos, cocían bebidas mágicas: ale, cerveza, hacían vino, café, té. Bebía directamente de los calderos y decoraban el espacio con ellos. En las culturas antiguas (celtas, tracios, griegos), el caldero mágico fue el símbolo tanto de la abundancia, como de la inmortalidad. Según las leyendas irlandesas, para los celtas el caldero fue también símbolo de conocimientos e inspiración. Y si tomamos en cuenta las diosas paganas: la egipcia Isis, la celta Dana, la frigia Cibeles – guardianas de los conocimientos acerca de las proporciones y la generación de la nueva vida – entonces veremos que su actividad fue relacionada con el caladero mágico en el que preparaban los líquidos.

Sin embargo, también podemos llamar Caldero al Vellocino de oro griego, el mantel maravilloso de los eslavos, Ritón traciano, el Santo Grial, cezve árabe y otros símbolos hasta los hornos de los alquimistas en los que trataron de obtener la Piedra filosofal. Todo esto presuponía la transformación de una forma en otra y daba algo que se parecía a la ambrosia: alimento que permitía obtener juventud e inmortalidad. El conocimiento de las proporciones y el ritmo de alimentación, fue el Arte de la comprensión del Sabor: la Alquimia del Sabor que fue desarrollada por los árabes, indudablemente llevó al Arte de la perfección.


Café — el elixir sufí

No vale la pena plantearnos la tarea de encontrar la fuente del café, dado que en nuestra búsqueda podemos ir tanto al sur, como al norte, al este o al oeste. Son importantes los conocimientos, puesto que pueden ser aprendidos. Y si aceptamos la versión que a la península arábiga el café vino gracias al gran sufí Ali ben Omar al-Shadhili, es obvio que de alguna manera, esta bebida les fue conocida.

Tal vez, precisamente el tempo Moka (Al-Mukha) fundado por ellos se convirtió en el primer laboratorio donde los musulmanes estudiaban las cualidades del café y no simplemente usarlo para las vigilias de oración. Los sufíes nunca hacen algo simplemente así, sin razón y sin la preparación necesaria. Y esto se refiere a la simple agua, y ¡qué hablar del café!

En la antigüedad la gente no dio a comer al cuerpo, sino que a beber. Daba a comer al espíritu. Por lo tanto, las cualidades deben ser conocidas en la alimentación. De esta manera la humanidad desarrolló nutrición para el espíritu. Esta alimentación tenía la tarea de transformar y posteriormente fue sustituida por el concepto del vino, compuesto de varias bebidas y no solo las hechas de uva. Y si tomamos de base la teoría que dice que precisamente los árabes mostraron el mundo del café, pues entonces justo ellos aprendieron a destilarlo, llevándolo hasta determinada perfección.

Es interesante también la relación del café con un monasterio más, Sabr. Según el concepto sufí, sabr es paciencia y estudio o la habilidad de percibir naturalmente el amargor. ¿No es cierto que se parece mucho al sabor del café? Precisamente el cocimiento amargo del café se aprecia más por los sufíes. Y llaman a este cocimiento igual que llaman al elixir Kahwah. El elixir que ayudó al Profeta Mahoma recuperar el corazón de sobrecarga. Según la leyenda, el Alá mismo ayudó al profeta enviándole el arcángel Gabriel con un líquido negro amargo que se parecía a la piedra de Kaaba.

El sabor y el aroma de esta bebida podían fortalecer las fuerzas del profeta y recuperar su salud. Posteriormente, esta cualidad del café se atribuyó a la fuerza “kaue”. Empezaron a llamar a esta bebida preparada de café, “vino árabe”, que conserva el espíritu del ser humano. Algunos incluso comparan el proceso de preparación y toma de este líquido con el ritmo de lectura de los suras.


Granos divinos

Sin embargo, dando prioridad al desarrollo del café por los árabes, cabe destacar que precisamente la sumersión en la fe etíope determinó el significado de esta bebida para el uso cotidiano. Los monjes del monasterio copto Kafa, consagrados a un solo objetivo: servir a Dios, llevaban una vida completamente ascética, sin preocuparse por su pan de cada día. Para el mantenimiento de sus fuerzas, cocían bodrio de los granos negros de kava que por poco se materializaron en el monasterio. Según la leyenda, el Dios mismo les dio esta oportunidad y posteriormente los granos llegaron a ser famosos con el nombre “café”. Dicho de otra manera, para los etíopes, el café se convirtió, sobre todo, en un hecho que ellos percibían como el vino negro.

La versión etíope es una de las básicas en el uso y la presentación al mundo de esta bebida y no podemos dejarla al lado. En realidad, precisamente ésta es la más esotérica y mística y si la seguimos, entonces podemos creer que el café apareció en cualquier parte en la voluntad de Señor, lo que de hecho se menciona en la versión árabe.

Si damos rienda suelta a nuestra imaginación, podemos ver el modelo dual del mundo – que se parece al grano de café – en las escrituras jeroglíficas y las imágenes tanto de los ascetas, como de los hititas y los celtas. El café es la presentación de la naturaleza dual del mundo, materializado a través del culto lunar y no solar, el que no necesita el sol, sino que necesita la luna y la tierra. Teniendo raíz de 2 a 3 metros yendo más y más a las entrañas de la tierra, el café es capaz de saturarse de micro-elementos, minerales, alimentarse de las aguas subterráneas. Por lo tanto, es capaz de tomar la fuerza del lugar donde crece. El proceso de maduración en las dos variedades básicas del café, en Arábica, 8 meses y en Robusta, 9-11 meses, se correlaciona con el proceso de maduración del feto en el vientre de la madre, lo que de alguna manera corresponde con el ritmo de generación del ser humano. Por supuesto, Arábica que madura para 5-6 meses, hoy en día se distingue mucho de la Arábica cuyo período de maduración dura más, igual que la Robusta que no debe madurar más de 9-9,5 meses. Es interesante el hecho de que, a lo largo de este tiempo, el café cambia su color 7 veces – de verde, a través de amarillo y rojo, hasta llegar a marrón. Así que es muy probable que para los etíopes el café fue algo parecido a sustancia que da pulsación vital correspondiente con la generación del espíritu humano.


¿Es perjudicial tomar? ¡Es beneficioso gustar!

¿Es perjudicial o beneficioso tomar café? La respuesta es muy simple, claro qué sí, es perjudicial. No se debe beber el café en absoluto. Se debe saber gustar. Y para hacer esto, es necesario tener material de café de calidad y capacidad de disfrutar el sabor. Todo lo demás, son simplemente condicionalidades. Si uno quiere sacar el provecho, entonces como mínimo debe conocer la estética de este producto y entonces podrá conocer su carácter extático.

La gente aprendió a disfrutar del café en aquel momento cuando éste se parecía a cocimiento rústico de granos verdes y frutas. Ya en el siglo XIII empezaron a secarlo y recién después tostarlo. Precisamente en aquellas épocas lejanas prestaron atención a las cualidades de esta bebida. Y al hablar del provecho del café, debemos sobre todo, tratar de entender sus cualidades independientemente de qué tipo tomamos, el “Blue Mountain” de Jamaica o el “Kopi Luwak” de Indonesia.

Lo más importante y difícil es la posibilidad de nuestro organismo de tomar la proteína del café. Debido a que el café influye en el corazón, es muy importante saber entender las calidades del café, qué variedad suya es más adecuada para una persona, y, desde luego, las marcas del café. Mucho depende del sistema digestivo de la persona. El café debe pasar algo como un proceso de fermentación, es decir ser absorbido, ante todo, por el sistema digestivo. Y si no sucede esto, entonces la carga cae en el sistema nervioso y el corazón.

Los médicos famosos sufíes Abu Bakr Muhammad ibn Zakariya ar-Razi (850-922) e Ibn Sina (980-1037) usaron el café con fines medicinales. En sus tratados está escrito que el café ayuda a vencer el resfriado, la sarna, fortalecer los huesos, protege de formación de cálculos renales, gota, viruela. Es especialmente provechoso para mujeres con el fin de regular su ciclo menstrual. Y esta no es la lista completa con los beneficios indicados por muchos investigadores y trabajos. El café impide el desarrollo del caries dental, elimina la bacteria streptococcus mutans que provoca su desarrollo. Bueno, de verdad pinta un poco los dientes y quita su blancura, pero aquí también hay un beneficio: fortalece el esmalte. Y, lo principal es que el café fortalece el hígado. Y en la antigüedad se creía que ¡el hígado es el lugar donde se conserva el espíritu!

No obstante, es necesario tomar en consideración las habilidades fisiológicas de la gente que vive hoy en día y cien años atrás. Y no se debe olvidar que el café ayuda únicamente al tener presentes determinadas condiciones, cuando se toma con moderación y cuando de verdad está preparado correctamente.

 

El sistema está representado por el alquimista taoísta
Jie Kong

“Inmortalidad”   “Longevidad”

 

 

29 junio 2010

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