Flor Integral

Trataré de transmitir el fenómeno escondido en los conocimientos en la Flor Integral. Esta equivalencia prosaica del espacio guarda en sí muchas condiciones de nuestra existencia y su desconocimiento nos lleva a la condicionalidad.

Debido a que el olfato del ser humano moderno está atrofiado en principio, la exposición poética no nos ayudará. Por eso, la poesía acerca de la Flor Integral está traducida en prosa como un estilo de exposición rítmica. Sin embargo, esto no impidió a los beduinos crear conocimientos acerca del Campo Perfecto, llamado hoy en día, el Jardín Paradisíaco, donde de hecho, crece aquello a lo que llamamos Flor Integral. Unos le llaman “la fruta del árbol paradisíaco Sidrat al-Muntaha”, otros “rosa”, terceros lo comprenden como aroma divino (de alta vibración). Por eso no resulta fácil expresar conocimientos acerca de este fenómeno. Así que vamos a sustituir la incapacidad de pronunciar la poesía, de percibir la poesía, por la prosa pensante. ¿Qué se pierde? Lo principal: la conexión energética entre el pensamiento y la respiración sin que es imposible concebir y entrar en contacto con el espíritu de la planta representada por el Sexto Campo Integral. El representante del aroma invisible que no exhala, pero que suena.

En general, por temor de provocar disgusto a algunos colegas, debemos sacar todo afuera y dirigir suavemente todo a la matemática. No obstante, los mismos colegas llevaron sus conceptos a pensamientos humanitarios que sin la apelación práctica, les convierte en figurantes. Y todos los demás son figurantes de los figurantes. Ah, y a los expertos de historia iranesa se les resultará interesante enterarse de que los persas no sólo vivieron es su territorio, sino que fueron enviados especiales.

Pero aún no es el momento de cargarles con cierto secreto y misterio escapando del error fáctico. Por eso, tal vez debemos pasar de revés. Es importante tener en cuenta el hecho de que todavía estamos. En general, si no fuera Cadmo que cambiara la medida de los conceptos, seguiríamos las trece leyes de Diodoro Sículo y todo sería si no de chocolate, por lo menos, de rosas. Ay, la respiración decreciente de la luna creciente. Ale de la letra Al-. Sin embargo, dado que la poesía está llevada a prosa, resulta imposible repetir dos veces rosa, rosa. Pero se debe repetir siete veces, porque el diámetro es igual a siete. La flor no siempre significa amor.

¡La rosa del mundo! La flor que toma diferentes formas. Es Gül, Gülistán, el país de la Flor Sagrada y junto a ella, el Campo Integral. La rosa es mandala del Campo Etéreo, mandala del Jardín Paradisíaco. La Flor es el cuerpo unido del espacio, es la respiración del Universo, su éter. Al hablar del aroma etéreo de la rosa, hablamos de cierto espacio tridimensional perfecto que puede ser representado sólo por la respiración. La respiración del éter. El aroma de la rosa es etéreo, es aquello que está más allá no sólo de la comprensión aceptada del aroma, sino que del concepto aceptado de la respiración. Esto nos lleva a la idea de la generación y regeneración universales, donde el proceso del marchitamiento es nada más que redistribución, si por supuesto no va acompañado por la descomposición.

La naturaleza en que se realizan los procesos, está ordenada por tres Campo Integrales que forman la Geometría del espacio tridimensional. Sin embargo, la excitación y la condensación del espacio permiten determinar el valor de la interacción con diferentes cuerpos geométricos, que poseen diferentes vibraciones. Todas estas interacciones se parecen a flor o, mejor dicho, la forman. El resultado es un modelo interesante expresado en la idea de la integralidad de la raíz, el tallo y la flor. La raíz de la Flor Integral es piramidal. El tallo es el eje que direcciona.нтегрального цветка пирамидален. Стебель — направляющая ось.

La flor, el brote, es pictograma que une los cinco elementos con el sexto, el éter que lleva al valor Integral. De todas las flores expresadas, el papel más oportuno los juegan el loto, crisantemo y rosa, donde la posición más ventajosa en la orden mundial la tiene la rosa. La rosa representa el principio físico perfecto, capaz de transformarse. Se distingue del magnífico loto y los ojos encantadores del crisantemo. Sí, es emocional, pero es su protección del mundo existente. Al mismo tiempo puede tocar en el éter a través de la transformación que justo predetermina el significado y las capacidades de esta flor. A esto contribuye también el esfuerzo interno de la energía que no sólo va del centro, sino que también tiene objetivo hacia el que se mueve, se apoya en aquello que redistribuye, es decir en la Flor Integral del Campo Etéreo. Si comprendemos de dónde viene el movimiento, entonces, ¿por qué no comprender adónde va? Vamos a considerar la naturaleza de la Flor Integral.

La raíz de la tierra se nutre por la raíz del agua. La tierra y el agua están manifestadas. Y su parte en el éter es la mostración de la transformación. La tierra es la primera parte, el agua es la segunda parte. Luego viene la forma de la flor, que es estructura que se basa en la tierra, pero ya está separada de ella. La tercera parte indica la dirección adónde va el movimiento de la energía presentada por el árbol. El fuego es la cuarta parte.

Así tenemos cuatro secciones que son naturales para la forma que vive en la tierra. Es más complicado con la quinta y la sexta parte, relacionadas con la capacidad de los cuatro esfuerzos de transformarse en el quinto, o de mineralizar, que permite como mínimo mantener las cuatro partes o llevar la energía a movimiento más sutil que llamamos “metal” que es la quinta parte. De esta manera se forma el esquema de existencia que puede crear además la sexta parte relacionada con la capacidad de nutrirse por el éter, de inhalarlo.

Después de esto, se muestran otras partes que no están relacionadas con la Flor Integral, pero se designan como: la séptima – se alimenta del sonido, octava – se alimenta del movimiento, novena – se alimenta de la transformación, décima – se alimenta de la luz. Es decir, el resto de las partes se hacen comprensibles si hemos comprendido la sexta parte.

Esta parte está bajo el dominio de la Flor Integral que pasa su vida gracias a su aroma (la transformación externa y la vida de la flor). Precisamente el aroma forma no sólo la respiración de la flor, sino que también el vínculo desde la simple fecundación, la fotosíntesis, hasta la nutrición con la esencia del cosmos, cuando el aroma animado se transforma en aroma animado cristalino. Precisamente este aroma determina la vida de la Flor Integral. En la naturaleza sólo la rosa crea todas estas fases de partes del aroma, por eso es la Flor Integral en la Tierra. Cada tipo de aromas es sustrato y es idéntico a los demás. Pero tenemos la misma parte durante el día (mañana, amanecer, día, anochecer, tarde, noche) y durante el año (primavera, verano, entre estaciones, otoño, invierno, entre estaciones). Y siempre la más importante es la que ha llegado a la sexta parte donde vive el fuego que da vida y no el fuego que quema, al que la gente en la antigüedad llamó “éter” por lo que se confundieron los romanos confundiendo a todos los demás.

Y únicamente gracias a personajes como Newton, apareció la posibilidad de alumbrar al presente. Pero debido a que el único que comprendió a Newton fue el Newton mismo y pocas personas percibieron al alquimista Albert Magno que además no fue legalizado como Newton, todo se redujo a la explicación primitiva de los cinco elementos y la gente como loros repetía una a otra. Y, puesto que sólo la naturaleza o la habilidad de algunos iluminados de usar la respiración etérea, son capaces de comparar el concepto de este fuego, vemos ciertas limitaciones.

Limitaciones que no dejaban a paz incluso tales monstruos como Aristóteles, Platón y Pitágoras. En su época, Aristóteles se entusiasmó por “ser o no ser”, en vez de “estar o no”. No obstante, una cosa incomprensible fue sustituida por otra comprensible, que es la calculación. La matemática surgió para medir todas estas seis partes. En realidad, cada parte debe ser determinada por cierto tamaño.

A través del agua la semilla hace brotar a la raíz, a través de la tierra la raíz hace brotar al tallo, el tallo a través de la energía básica (el fuego), a la flor. La flor, a través de la mineralización, formó la fotosíntesis (permite a la raíz nutrirse de minerales). Y luego viene el fuego ligero, el éter. Para comprender de verdad lo dicho, uno debe comprender la dimensión. La dimensión en este caso se determina por el tipo de tensión, es decir, es cierta unidad del Campo Etéreo.

Una cosa es cuando medimos la medida del agua, digamos, su volumen o la medida del fuego (la temperatura) y otra cosa diferente es cuando medimos la presión del agua, o la fuente energética de la quema del fuego. Pues, por ejemplo la exhalación del corredor es determinado proceso de quema.

La rítmica de valores más sutiles está relacionada con el álgebra, que ayuda mostrar la formación energética de los nueve esfuerzos rítmicos más el eje o el centro. Es decir, de esta manera fue creado el número de medición de los árabes, es determinado ángulo del esfuerzo, o sea, el codo. Es determinada opción, por así decirlo, de la comprensión árabe del codo.

La medida que se asocia con el concepto del codo Abu Yusuf (az-Zira Al-Yusuf) introduce la comprensión más importante de la medida desde la posición de la conformidad (Qiyas), desde la posición de las tareas o las preferencias (Istihsan) y la opinión personal (ar-rai). Es decir, la cuestión, de hecho, consiste no sólo en qué se mide, sino que también cómo y con qué.

En general, al traducir la cuestión en el lenguaje de los números, tenemos tres condiciones. La longitud: el ángulo comprimido del metro (0,5 metros); ángulo que permite cambiar las cualidades del círculo (45 grados) y la superficie del triángulo. La medición debe tener un Eje y simetría. Y el resultado es triángulo rectangular isósceles de cuya fórmula crece la Flor Integra.

De esta manera, la unidad ١ es la medida de determinada espiral que proviene de la simetría del codo, es decir, por un lado hablamos de cierta tensión, por otro, comprendemos, por así decirlo, la nervadura de esta tensión.


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30 mayo 2015

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