Acerca del Karma Yoga Taoísta

La alquimia Taoísta Prenatal (xian tian), también conocida como Yoga Kármico taoísta es un Arte orientado a la observación y el estudio de los métodos del conocimiento de la energía de las acciones anteriores y siguientes. Esta Enseñanza, relacionada con la rama de Huashan de la Escuela de la Verdad Perfecta, es una práctica que permite ir más allá de la comprensión física de la vida.

En el sistema Taoísta, la práctica se basa en el trabajo con la forma energética o estructura, determinadas por la naturaleza de la conexión de la Tierra-Cielo-Ser humano. El conocimiento de las leyes Prenatales es una posibilidad de observar las leyes del cambio, prescritos por el Cielo, un Arte que permite conocer el pasado y valuar el presente.

En el momento del nacimiento en cada ser humano se introduce una información específica que determina las leyes que condicionan la apariencia del ser humano en el mundo. Para determinar esta información, los taoístas usan el término Cielo Prenatal. Se considera que la calidad del Cielo Prenatal determina el proceso del desarrollo del ser humano en el momento de su nacimiento y predetermina su destino, dictando las condiciones en las que pasa su desarrollo. La calidad del Cielo Prenatal está determinada por muchos factores, que incluyen la calidad de la energía de los antepasados, especialmente los padres, el lugar del nacimiento y las circunstancias, en las que se produjo la concepción. El modo por el que se desarrolla esta calidad en el proceso de la vida y el desarrollo del ser humano, determina el concepto del Cielo Posnatal. Precisamente por esta razón en la Alquimia Taoísta se presta tanta atención en el trabajo con el Cielo Prenatal. La importancia y la influencia del Cielo Prenatal en la práctica tiene dos aspectos: por un lado, puede ayudar al desarrollo y dar un impulso fuerte en un momento determinado en la práctica; por otro lado, puede convertirse en un obstáculo insuperable.

Para muchos, el término del Cielo Prenatal es más conocido como Karma, mientras que las técnicas del trabajo con el Cielo Prenatal, como técnicas del Karma. Técnicas similares existen en muchas Escuelas y Tradiciones, cuyo rasgo común es la aspiración a la mejora de la calidad de las energías, relacionadas con el Karma y, como consecuencia, con su purificación. El Método más extendido está basado en el seguimiento de la Voluntad de Fuerzas Superiores y la transición del proceso de Purificación espiritual a las manos de Espíritus y Dioses. Este Camino puede ser problemático, ya que hay muchos ejemplos, cuando una persona da su Voluntad a Fuerzas Superiores, sin, en este caso, hacer nada individualmente y sólo está gozando el estado obtenido. Como regla, esto lleva o a una pérdida más fuerte de fuerzas o, en el mejor de los casos, a su sustitución. Como resultado, esto lleva a la sustitución de una cualidad del Karma con otra, pero no obligatoriamente mejor que la anterior. Pera evitar tales fallos, nuestras acciones deben empezar con la etapa de preparación de la estructura energética a cuenta del cuerpo. Además, este Camino requiere un retiro a monasterio o una larga vida de ermita, renuncia a las conexiones terrenales y dependencias sociales. Esto es una Tradición, formada por siglos y una gran cantidad de practicantes, encontraban la soledad en la Montaña sagradas en Tíbet y China. En realidad, el seguimiento de este Camino determina las condiciones del reposo y la naturalidad, en el que el lugar y el entorno ayudan y aumentan la fuerza del proceso.

Por desgracia, hoy en día poca gente tiene la oportunidad de crear tales condiciones. Además, muchos de los poseedores del Conocimiento Verdadero ya han dejado de existir o no están al alcance de los no iniciados. Esto llevó a que mucha gente empezaba a trabajar con el Karma, permaneciendo interior y exteriormente en el ciclo de la vida de las cosas, sin crear las condiciones energéticas obligatorias. Es importante entender que sin la presencia de fuerza y disposición interna, es posible que este trabajo pueda no sólo no alcanzar el objetivo de deshacerse de la dependencia del Karma, sino, de lo contrario, sólo aumentarla. El Karma es, ante todo, una energía y como cualquier otro tipo de energía, ella sigue unas leyes determinadas de transformación. Los enlaces kármicos mantienen el proceso de la vida independientemente de nuestra satisfacción de ella; al empezar el proceso más temprano, es posible perder este mantenimiento y la vitalidad que lleva con él. Precisamente por esta razón, el trabajo con las prácticas del Karma y el cambio de la energía prenatal, se puede hacer sólo al alcanzar un nivel determinado del practicante, en el que se inician unas transformaciones internas y se adquiere la comprensión consciente de las leyes de la transformación.

La información del Cielo Prenatal está situada en unas zonas determinadas y centros en el cuerpo. Cada parte del cuerpo humano tiene sus centros y enlaces energéticos. Al trabajar con ellos, podremos ejercer una influencia a uno u otro tipo de energía. Los taoístas crearon un sistema de ejercicios específicos, que permitían purificar aquella información y de tal manera liberar los Ingredientes Alquímicos. Este proceso se inicia con la preparación de las zonas energéticas del cuerpo, relacionadas con el Karma. En primer lugar, hay que preparar la consciencia y el cuerpo, especialmente los vasos que deben estar listos de tomar la energía liberada de las “cadenas”, para que no se disperse del caos interno. Por eso, es importante crear una estructura energética que prevenga las pérdidas posibles de la energía liberada y ayude más tarde a la absorción del producto del trabajo interno. El proceso de “purificación” y el refinamiento de la calidad de la existencia física debido a los cambios internos, de hecho, son unas condiciones iniciales necesarias.

La zona básica que influye en la energía del Cielo Prenatal son las palmas de las manos. En una ubicación determinada de los meridianos, las palmas de las manos pueden cambiar la circulación y el movimiento de la energía en el cuerpo no sólo a través de la energía que está dentro, sino también a través de una interacción con la energía externa. Es decir, las palmas de las manos pueden percibir la energía fina del espacio y entrar en una interacción con ella.

Los objetivos básicos del Karma Yoga

• lograr una circulación normal y controlada de la energía en el cuerpo;
• el uso de la fuerza del lugar, para crear unas cualidades determinadas, lo que lleva a la apertura del principio del Cielo Prenatal y a la liberación de la energía incorrectamente usada (o la energía no realizada) y su absorción.