‘Allá, donde vive el Poder’

Marcelo Plotnik en el marco del proyecto ALQUIMIA Travel les invita a participar en una ceremonia de Ayahuasca.



Un lugar donde se está formando la naturaleza de la Tierra, una fuente inagotable de diferentes Energéticos, un lugar de donde obtiene su fuerza el río Amazonas, allá se esconde el tesoro más precioso de la América del Sur, la Ayahuasca.

La Ayahuasca es el Soma de América Latina, es la bebida de la inmortalidad. Al mismo tiempo, es un cierto tipo de fuerza que las personas que participan en la ceremonia de Ayahuasca pueden sentir. La ceremonia de Ayahuasca es un momento específico, místico en la vida de todo aquel que decide encontrarse con la fuerza de la Amazonía. Este es un tipo de experiencia muy especial.

La ceremonia de Ayahuasca requiere una cierta preparación y debe hacerse sólo en el Tótem, en un lugar especial, donde vive el Poder. En un lugar donde crece este tipo especial de liana conductora de la fuerza (en latín, Banisteriopsis caapi). En un lugar donde viven las hojas sagradas del árbol Chacruna, un acompañante inseparable del elixir, que se prepara especialmente para la ceremonia.

Para el hombre moderno, la ceremonia de toma de Ayahuasca es una oportunidad de encuentro con el poder que lo puede conectar con los mundos invisibles. Es un traslado a otro mundo específico y maravilloso que le purifica y le cura. Pero lo más importante, le ofrece la oportunidad de comprender el secreto del Universo.


El Mundo perdido

La Amazonía es un lugar que desde los tiempos antiguos atrajo a la gente que quería reunirse con el poder real. Le llamaban de diferentes maneras, pero más a menudo fue llamada Tupi. Incluso se ha formado toda una tribu con el mismo nombre. Es indescriptible el número de las diferentes plantas energéticas, que se producen en América del Sur. La Guaraná, la Maca, las hojas de Coca y muchas otras se forman por la energía de un mundo singular. Una Energía, que vive en América del Sur y en particular, en la Amazonía. En el pasado, los curanderos (chamanes), interactuaron de diferentes maneras con las fuerzas de la América del Sur y lo siguen haciendo hasta hoy en día. Todas las fuerzas están separadas por las características de frecuencia. La habilidad de comprender y pasar a través de ellos es la tarea esencial de los Ayahuasqueros, los Chamanes, Guías en el Mundo de la energía, que realizan la ceremonia de toma de Ayahuasca. Los Ayahuasqueros ayudan a los participantes en la ceremonia a conectar el Mundo Invisible con el visible, donde se cambia no solamente la geometría de la persona, sino también la del lugar. A menudo a esta ceremonia se le llama “El Mundo Perdido”, ya que el poder de la Ayahuasca ayuda a restaurar el espíritu y reestablecer el contacto del ser Humano con el Mundo Invisible, que éste ha perdido.

El Mundo de la Ayahuasca

El nombre “Ayahuasca” tiene un sentido polivalente, pero se puede definir de manera general como una esencia vibratoria del poder del lugar. La Ayahuasca es una espiral de la energía del lugar representada por la liana, que también tiene la forma de una espiral.

Esta fuerza, de hecho, determina para los pueblos Amazónicos el concepto del mundo, donde la tierra es importante no por sí misma, sino que por el poder que posee y el lugar donde vive esa fuerza. Es decir, este concepto del Mundo es un concepto divisible naturalmente y la misma Ayahuasca también es divisible. Tiene sus parámetros de vibración variables y por este motivo se le llama con distintos nombres. Por ejemplo, Banisteriopsis caapi (La Vid de los Espíritus). Esta subespecie de la planta, a veces llamada la “Ayahuasca Celestial”, se utiliza para agudizar la visión.

El Yagé (Columbia) es un nombre característico de la Ayahuasca, utilizado por las tribus para cuales la Ayahuasca es la fuerza vital del Jaguar. Este nombre también está conectado con la Ayahuasca Negra o la Ayahuasca Serpiente de Cascabel. El punto principal aquí es la capacidad de producir la fuerza que alimenta y forma el Jaguar. Pero también se correlaciona con un ser nombrado Ayahuasca que tiene la habilidad de asumir cualquier tamaño. Además, el nombre se utiliza también en el concepto de “purificación”.

Natema es otro nombre de la Ayahuasca, utilizado principalmente por las tribus Shuar (Jíbaros) que lo utilizan para el tratamiento del espíritu de la persona enferma. Se correlaciona también con el nombre la “Ayahuasca Amarilla”.

Lage es otra, por así decirlo, corriente asociada con el arte de tocar lo invisible. Aquí se pueden presentar todas las diferentes clases de Ayahuasca, cuando se toma sólo una parte de la dosis, es decir sin una inmersión profunda en el Mundo de la Ayahuasca, sólo un punto de contacto con la planta.

A pesar de toda la variedad de nombres que tiene la Ayahuasca, ésta posee la orientación muy definida de acción e interacción dado a su capacidad de penetrar en los nueve Mundos. De acuerdo con esta habilidad de penetración se define una clasificación específica, que veremos más adelante. Saber esto es muy importante, porque en los nombres y las maneras de uso de la Ayahuasca, hay no sólo diferencias históricas, sino que también las que introdujeron una serie de movimientos alternativos, que a menudo alteran el principio más fundamental de la Ayahuasca: la prohibición de su uso fuera de la casa.

De hecho, los Ayahuasqueros también se han llevado por los aficionados y ahora ofrecen ceremonias en diferentes partes del mundo, algo que va en contra de la misma idea de este ritual. Aunque, sin duda, hay que ver qué tipo de Ayahuasca se utiliza.

Sin embargo, la verdadera tradición de la Ayahuasca está relacionada precisamente con el Lugar del Poder, donde su espíritu habita y participa en la ceremonia. La palabra “Ayahuasca” en quechua se entiende como “La Villana de la Fuerza Sagrada”. La planta cuenta con cerca de 50 nombres diferentes, debido al hecho de que cada una de la gran variedad de tribus amazónicas, determina su lugar a su propia manera. En total estos lugares de la Amazonía son setenta y dos. Para algunos “La Villana” se usa más para comunicarse con los ancestros, por otros se asocia con la fuerza vital, la fuerza Tupi, etc. De esta manera, la Liana se transforma en una especie de espiral, una cuerda que conecta al ser humano con los otros mundos.

El Ayahuasquero

La ceremonia de Ayahuasca (bebida del Poder hecha con la liana Banisteriopsis caapi, que crece en la Amazonía) no se puede llevar a cabo sin un Ayahuasquero. Cualquiera que sea el papel desempeñado por él, lo más importante es poseer la fuerza de Marirí. Sobre esta fuerza, vamos a hablar más en detalle, pero por ahora es importante entender que este es un verdadero instrumento de la ceremonia, igual que la liana o las hojas de Chakruna.

El Ayahuasquero cierra el círculo del mundo de la ceremonia, su óvalo o plano. Es él quien trae ese elixir necesario que debe cobrar vida durante la ceremonia (El verdadero Ayahuasquero prepara y recoge todo por sí mismo, se va literalmente inmerso en la selva durante tres días).

Por supuesto, cuando se trata sólo de una purificación, el proceso es un poco más simple, pero depende mucho de los objetivos del tratamiento en general. A veces el Ayahuasquero debe tomar una infusión más fuerte, lo que significa que puede utilizar la Ayahuasca amarilla para el paciente mientras que él mismo toma la negra.

Para el Ayahuasquero el mundo tiene un sentido polivalente, debe consistir de diferentes componentes que representan los diversos ingredientes del elixir de la Ayahuasca. Durante la ceremonia la Energía debe acumularse tanto en él mismo, como también en los participantes en la ceremonia, pero el más importante es el lugar donde se lleva a cabo la ceremonia, ya que su fuerza es la que atrae el poder de la Ayahuasca.

El Mundo denso proporciona el conocimiento y tiene su propio ritmo, éste es el ritmo que oye y toca el Ayahuasquero. Su arte es jugar con el espacio, con el aumento o la disminución de su frecuencia. Pero lo más importante es que sólo de la combinación exitosa de todas las acciones necesarias depende la llegada de la verdadera fuerza. Esto es especialmente importante, cuando la ceremonia no es sólo para la purificación, sino más complicada.

Mención especial merecen las herramientas del Ayahuasquero. Sobre todo, debemos comenzar con aquellos que ayudan a transformar la fuerza Marirí. Hoy en día se utilizan diferentes instrumentos musicales, incluso la guitarra, pero el instrumento verdadero es sólo aquel, que es capaz de disparar flechas (es decir, se trata de los diferentes tipos de cañas).

Según las leyendas, la idea de usar la caña como un instrumento musical se asocia con una ceremonia, cuando el Ayahuasquero había cobrado la fuerza Marirí, pero el espíritu de la Ayahuasca no interactuaba con él y se dispuso a salir. El Ayahuasquero lo persiguió, pero sin ningún éxito. En su desesperación, el arrancó una caña (tal vez un bambú, la historia no dice nada sobre esto) y se puso a silbar detrás de la Ayahuasca. El Espíritu se detuvo.

Desde entonces el Ayahuasquero no sólo reúne la fuerza, sino también la transforma a través del sonido. Y así nació la canción de la Ayahuasca, conocida también como “El Vuelo de la Ayahuasca”. La idea del sonido se convirtió en el concepto de las líneas, que se conectan con las fuerzas y los espíritus de los diferentes niveles.

La siguiente herramienta importante es el tabaco Mapacho. Con su ayuda el Ayahuasquero limpia el espacio y crea el aroma de la purificación. Este es una especie de “Perfume de Ayahuasquero”.  Éste lo hace justo antes de la ceremonia, con una infusión de hierbas, colonia barata, luego echando el humo. Con esto limpia el espacio, primero llena con perfume su boca y luego haciendo la función de un pulverizador, ioniza todo alrededor. Al final de la ceremonia, él también “perfuma” a todos los participantes.

Sin embargo, todo lo que el chamán hace mientras tanto no es nada comparado con la fuerza de Marirí, a la que constantemente se refiere en el proceso de la ceremonia. Y, por supuesto, mucho de lo que sucede sale del marco de la imaginación real, lo que hace la toma de Ayahuasca un ritual particular.

Iquitos

Y ahora lo más importante: el lugar del ritual. La Ceremonia de Ayahuasca es una acción del Tótem, es decir, debe de estar sintonizada con la vibración del lugar. De lo contrario, esta acción puede tener cualquier nombre, pero el proceso de iniciación no va a suceder.

Hay que mencionar que, de hecho, toda la Amazonía es un lugar donde se puede celebrar la ceremonia, es decir, hay mucho para elegir y para prestarle atención. Sin embargo, como el centro de la toma de la Ayahuasca debe considerarse Iquitos, la ciudad más grande de la Amazonía peruana.

Rodeado por la selva y siendo un bastión de una civilización única en las profundidades de la Amazonía, Iquitos sigue siendo misterioso y enigmático. Se encuentra en las orillas del Amazonas, rodeado de selva densa y de tribus verdaderamente salvajes imposibles de acceder. La selva Amazónica oculta muchos secretos, pero con toda probabilidad, la entrada a estos misterios es exactamente Iquitos, lo que significa que el río no es únicamente una conexión física con las zonas remotas de la selva, sino también una conexión energética.

Aquí es donde hay un movimiento constante de energía a través de la ceremonia de Ayahuasca y sobre todo la parte de ésta que se asocia con el traslado a la Ciudad Sagrada de los Incas, son lugares que todavía se esconden en las partes ocultas de Perú. Para reunirse con ellos, hay que pasar por una ceremonia de purificación con Ayahuasca o “Don Pedro” (un tipo de cactus) y luego caminar por tres días a través de la selva. Un proceso que, hay que decirlo, no es para los débiles de corazón.

La tarea principal es hacer una especie de “embalsamado”, a fin de no traer sus vibraciones bajas y no sintonizadas en zona sacra. Pero eso, se puede decir, es otra historia, nosotros estamos interesados en el lugar donde se realiza un cambio en el tiempo, que le permite resolver cualquier tarea durante la ceremonia.

Sea como fuere, pero gracias a Iquitos el conocimiento antiguo sigue con vida, que según los artefactos encontrados por la versión oficial, existe desde hace 5000 años. Estos conocimientos nos dicen que hubo un tiempo, cuando en la Amazonía vivían Dioses, que luego fueron reemplazados por sus representantes. La principal fuente de alimentación para ellos era el poder de la Amazonía, que hoy se representa por la Ayahuasca. El mismo lugar está asociado con un cristal que tiene “pulmones”. El cristal que mejor corresponde a esta característica es la Calcedonia.

La naturaleza cristalina del área indica la posibilidad de refracciones, como lo fue durante la época de la Atlántida, cuando existían mundos paralelos. Las leyendas Andinas apuntan a numerosas redes de túneles que supuestamente pueden llevar hasta Tiahuanaco (Bolivia), pero sobre todo, un portal creado por las diversas formas de vida. Dependiendo de su nivel, las personas se ubicaban en diferentes túneles. Por último encontramos este conocimiento en los Incas. Y por cierto, los Incas escondieron sus tesoros justo en uno de esos túneles.

Por continuar...

 

13 julio 2012

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