Cuerpo Indígena

El Cuerpo Indígena es, en primer lugar, un estatus. Cualquier tipo de Cuerpo está determinado por lo que da al grupo étnico: es temporal para la etnia o es permanente, con qué se alimenta, cómo se recibe en el momento del nacimiento y cómo lo despiden al momento de la muerte del cuerpo. Y, de hecho, ¿qué tipo de Cuerpo es?

Por un lado, en las Tradiciones indias se observa una comprensión clara del espíritu, con respeto a la que se construye la vida del Indígena. Por otro lado, disponemos de testimonios que hablan de la construcción de Ciudades Astrales por los incas en América del Sur, por los mayas en América Central y por los hohokam en América del Norte. Según las leyendas, en estas ciudades se trasladaron todas estas etnias, transformando su naturaleza.

También tenemos ejemplos de alcance de la perfección, mostrados por personas concretas: Viracocha, Quetzalcóatl. Pero la cantidad de los portales por los que desaparecían personas, generalmente, exceden todos los parámetros admisibles.

Resulta que todo el continente americano es una zona específica donde se realizan determinadas leyes espaciales. Y al considerar el Cuerpo Indígena, se debe comprender, en primer lugar, la energía del continente y especialmente de aquellos lugares que están relacionados con las distintas Tradiciones. No importa adónde miramos: a los mapuches en Argentina, a Chachapoyas en Perú, a Tiahuanaco en Bolivia, a los chibchas (muiscas) en Colombia, a los mayas o zapotecas en México, a zuñi o anasazi en Norteamérica, en todas partes vemos una dependencia del lugar de permanencia. Y la zona misma está representada por los indígenas como un Cuerpo, poseedor de espíritu. Es decir, primordialmente para los indígenas era primaria la fuerza del lugar que, de hecho, se correlacionaba con la idea de la serpiente o la anaconda.

Cada indígena debería encontrar la conexión con la cosa de la que dependía. Y este enlace se conocía a través de pasar por el Camino del Jaguar. Esta es la idea de la fuerza en la Tradición indígena que debería mantener el espíritu personal para alcanzar la Ley o el Camino del Águila.

La energía del lugar que hoy en día suelen llamar “lugares de poder”, determinaba la actitud de las culturas y las tradiciones locales. Y esto, de hecho, nos da la posibilidad de unificar el Camino del Indígena en un conjunto unido.

La fuente principal de alimentación para los indígenas era (y en gran medida sigue siendo) la cosa que nutría su espíritu. Ellos consideraban la comida cotidiana únicamente desde el punto de vista de la alimentación de su espíritu. En parte, a esto atribuía también el poder del lugar que los llenaba. El indígena siempre aspiraba a perfeccionarse de una manera natural. Incluso tales denominaciones como Inca o Tolteca no significaban que la persona pertenecía a alguna etnia determinada, sino eran categorías de perfeccionamiento. Es decir, Inca o Tolteca era un indígena verdadero. Y tal indígena se alimentaba de diferentes productos energéticos cuyo crecimiento abunde en el continente americano.

No hay otro lugar en el planeta donde podríamos encontrar tal cantidad de productos energéticamente fuertes provechosos para nuestro cuerpo. Incluso la simple yerba mate que mucha gente considera como té, es un producto muy valioso para nuestro organismo. Y ¿qué decir de Muira Puama, Uña de Gato, Zarzaparrilla, Damiana, Noni, Mirto y muchas otras plantas? Por otra parte, todas estas plantas se perciben por los indígenas como vivas, es decir, como elementos de la naturaleza, dotados de espíritu. Para ellos lo principal es entrar en interacción con estas plantas y no tanto el acto de comerlas.

Por lo tanto, el Cuerpo Indígena es el cuerpo del espíritu que a la gente que no vive dentro de esta Tradición le resulta difícil comprenderlo. Indudablemente, siempre ha sido presente un interés implícito hacia los indígenas por el resto del mundo, puesto que cada persona tiene espíritu y justo la ciencia del espíritu está en el fundamento del conocimiento del Cuerpo Indio.

Toda la vida del indígena va hacia el conocimiento de este Camino, dado que creen que hasta el momento de abandonar el cuerpo, uno debe lograr una vibración semejante a la vibración del Águila. Sin embargo, debemos entender que el indígena no representa un movimiento sucesivo, sino paralelo-sucesivo y por eso el Camino de la Serpiente, por ejemplo, no es de menos importancia que el Camino del Águila, puesto que allí es donde aprende a alimentarse a sí mismo.

Precisamente la alimentación correcta determina los dos Caminos en la Tradición india. Uno de ellos es el Camino del Jaguar donde el indígena gana fuerzas. Esta fuerza es importante si es necesario alcanzar las condiciones para la transición a la Ciudad Astral. Es decir, para el paso a esta dimensión, no es necesario el Camino del Águila, sino el Camino del Jaguar. Pero si el indígena no logra dominar las vibraciones rústicas de la Tierra y el cuerpo, entonces sigue el Camino del Águila.

Y lo más importante aquí es que estos tres conocimientos son la esencia de del Cuerpo Indio, y determinan, en primer lugar, la capacidad energética del cuerpo. En realidad, incluso tomando tales plantas energéticamente poderosas (como, por ejemplo, Zarzaparrilla), sin tener el poder suficiente para absorberla, la persona será incapaz de obtener el provecho máximo de este producto.

El siguiente aspecto importante del Cuerpo Indio es la danza o el movimiento. El baile es una condición de la fusión con el espacio, que toma un lugar específico en la vida de los indígenas. Haga lo que haga, pero el indígena se puede reducir a la fórmula “campaña por el poder”. Por lo tanto, la vida misma de los indígenas es un camino hacia la libertad interna. Y hoy en día, cuando nos encontramos con prácticas para el conocimiento del Cuerpo Indio, debemos comprender que sin el concepto consciente de la vida del indígena, es imposible conocer algo acerca de esto. Y la cuestión misma: “y, ¿por qué debemos considerar el Cuerpo Indio y con qué es mejor que los otros cuerpos?”, no se la puede plantear ni una persona que aspira a vivir en Sintonía.

La Sintonía es una condición fundamental para el Cuerpo Indio. El indígena vive constantemente sintonizado a su espíritu, él entiende la temporalidad de su permanencia aquí y la eternidad a la que se sintoniza. La Sintonía no le permite distraerse por lo innecesario, por lo que lo destruye o simplemente le lleva al lado. Tomando en consideración las diferentes fuerzas que influyen al ser humano, la Sintonía, hoy en día es lo más importante. No podemos desarrollarnos y avanzar sin aprender a cumplir con las tareas mentales.

Pero la mentalidad es la condición de permanecer en la Sintonía y no a la posesión de cierta información. Y en este caso, nadie puede compararse con los indígenas. Incluso hoy, al encontrarnos con indígenas que han conservado la tradición, vemos que están sumergidos dentro de sí mismos. Lo que la gente llama meditación, a lo que se dedican millones de personas por todo el mundo, para los indígenas es una condición natural de la existencia, dado que el ser humano puede permanecer en el estado de Sintonía, sólo si es capaz de conservar su quietud interna.

Por lo tanto, el conocimiento del Cuerpo Indio es el conocimiento de los tres tipos de Sintonías: Sintonía de la Serpiente, Sintonía del Jaguar (o Puma) y la Sintonía del Águila (o Cóndor).


Seminario sobre el conocimiento del Cuerpo Indio

 

 

22 febrero 2014

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